Hoy nos acompaña el polifacético
Julio Álvarez Rubio, nacido en Villablino (Laciana) en 1949, referente literario del Noroeste leonés para libros de divulgación geográfica. Tiene en su haber ocho publicaciones sobre la zona y últimamente nos deleita además con maravillosas fotografías y siempre interesantes textos desde su
personal y universal blog
Usted es ingeniero pero también escribe, lee, dibuja, fotografía, viaja y camina, entre otra larga lista de actividades. ¿Podría decirse que es usted un hombre renacentista?
De renacentista puede que tenga la disconformidad con sentencias inapelables como esa que dice Home de muitos oficios, probe seguro. Me interesan demasiadas cosas, sí, aunque en ninguna pasé de aprendiz. Lamento que mi formación humanística no haya sido mejor porque creo que eso es fundamental para leer, viajar, apreciar el enorme acervo cultural europeo y disfrutar más de la vida. Tenía razón mi abuela cuando me aconsejaba estudiar por la rama de letras. Debí haberle hecho caso.
Y siguiendo con la historia, ¿hay algún personaje famoso que le gustaría haber encarnado?
Así, de pronto, se me ocurre Cyrano de Bergerac. Pero sin que me caiga una viga encima como le pasó a él a una edad tan temprana. Lo poco que conozco de su personalidad me gusta y, además, ya tenemos en común algo tan notable como la nariz.
¿Es usted de los que se preocupan por aquello de “…de mí nada quedará, nadie mi fama recordará…”?
En absoluto. Mi autoestima siempre ha sido enclenque.
Su principal virtud es…
Mi principal virtud, igual que mi principal defecto, ambas tienen que ver con el sentido de la responsabilidad.
Y su defecto más odioso…
Ya he contestado hasta donde podía. De aquí en adelante, tiene que ser en el diván de un profesional.
¿Qué valora en sus amigos?
La apertura mental, la sensibilidad y la generosidad.
“Cría cuervos y tendrás muchos…”. ¿Ha criado usted algún cuervo a lo largo de su vida?
Creo que no o, al menos, no tengo ahora conciencia de ello.
Y ya que estamos con interpretación de refranes, ¿podría completar los siguientes de forma alternativa?
Más vale pájaro en mano… que Plan de Pensiones.
Cualquier tiempo pasado… fue quimera y todo ha de pasar de igual manera.
Agua que no has de beber… no la empuerques.
El lugar perfecto para vivir…
Ávila o Segovia o León capital. Algo más allá, las campiñas de La Borgoña, algún pueblo entre Beaune y Cluny.
Lacianiego, con raíces en Cangas, en Somiedo y en Omaña. ¿Uno es de donde nace o de donde pace?
Uno es de donde nace, de donde lo han criado. La marca de la infancia es indeleble y si además es buena, facilita pacer en cualquier lugar. Aunque, en los tiempos actuales, no sé qué pensar de esto último.
Usted vive en Villablino, que no pasa precisamente por su mejor momento. ¿Es el futuro de Laciana tan negro como su carbón?
Buena pregunta para los años 90 del pasado siglo. Ahora no tiene sentido.
Dice usted que cantar a voces “El torito bravo” del Fary es una buena medida disuasoria para evitar el encuentro frente a frente con un oso. ¿Se le ocurre alguna canción efectiva para salir de la crisis?
El Torito bravo me parece un repelente de amplio espectro pero, para salir de la crisis, se necesita algo más. La Marcha Radetzky que nos llegó ayer desde Viena es estimulante pero la postración en occidente es tan gorda que sugiero un tratamiento de choque: el Dies Irae en versión gregoriano.
Me he fijado que le gustan mucho los retablos. ¿Le atraen más los santos o los demonios?
Todos ellos siempre que sean arte popular y del XVI o el XVII, de los tiempos de la Contrarreforma. Los hay fantásticos, enternecedores, disparatados, delirantes, bellísimos y tremendos.
Usted acuñó aquella frase de “En esa iglesia no entraba ni Dios”. ¿Le parece que la Iglesia y el pueblo cada vez se alejan más la una del otro?
Todo sigue igual desde el Renacimiento hasta El Padrino III. La curia, el aparato, la empresa, el partido van a lo suyo. Pero hay otra iglesia universal, cercana, discreta, valiente y verdadera.
De Laciana al Mont Blanc, en los Alpes. ¿Alguna otra expedición de esa índole de la que no estemos enterados?
Ya vamos siendo mayores y cautelosos. Para mayo tenemos pensado subir el Toubkal, en el Atlas, y recorrer aquella región.
Si tuviera que elegir un puñado de libros imprescindibles, se decantaría por...
Confeccionar una lista así requiere tiempo. Echando un vistazo a lo que tengo por aquí cerca, se me ocurre un poco de todo: La montaña mágica, Las uvas de la ira, relatos de ciencia ficción de Arthur Clarke, Madame Bovary, Los Miserables, El Gatopardo, La Colmena, La ruina del cielo, El llano en llamas, Bomarzo, los cuentos de Antonio Pereira, Voces de humo, algunas biografías, yo qué sé ...
¿Es “Laciana, un otoño” su libro escrito desde más adentro del corazón?
Sí. Hace 45 años, Arthur Clarke y Stanley Kubrick anunciaron para el año 2001 nuestro encuentro con los jardineros de las estrellas. El mío fue de otra manera pero ocurrió.
Para finalizar, usted ha escrito varias guías de viaje. ¿Qué hace falta para escribir una buena guía?
Puestos a pedir ... la curiosidad de Bruce Chatwin y la cultura de Claudio Magris. "El Danubio" es la mejor guía de viajes por Europa que conozco y no contiene ni una sola fotografía.