lunes, 22 de abril de 2013

Babú

 

   Hay poco nuevo que se pueda escribir sobre el perro más mediático del Alto Sil, Babú. Son docenas los montañeros que han tenido el lujo de poder contar con su compañía en las montañas en torno a Salientes, incorporándose junto a ellos a veces desde el mismo pueblo, y otras -como unos excursionistas que llegaban desde Vivero al Nevadín- cazándolos sobre la marcha. Todo aquel que caminó con Babú guarda buenos recuerdos, especialmente porque Babú ofrece su compañía sin más, sin esperar nada a cambio, ni siquiera comida. Cuando recorres la montaña con Babú parece como si lo conocieras desde siempre, tal es la química que es capaz de crear con cualquiera que camine a su lado. 

   Babú es uno de los extras gratuitos que el establecimiento de alojamientos rurales Mil Madreñas Rojas ofrece a sus visitantes, siendo los otros la hospitalidad, amabilidad y trato cercano de Mónica y Toni. Si ya encima te quedas a probar la cocina de Sagri (Sagrario), madre de Mónica y fantástica cocinera, el lote de satisfacción es absoluto. Como no hay parque infantil para los infantes, Babú resulta la atracción sustituta. Tocable y suave, es paciente hasta el infinito con trastos de todas las edades y no emite la más mínima queja ante las perrerías que inevitablemente termina recibiendo.


   Hubo tiempos de más compañía en su hogar, cuando primero Brown y luego Samy le invitaban a correrías perrunas de las que sólo él tienen registro, y que nunca nos contará. La desaparición sin dejar rastro tanto de Brown -que andaba siempre medio desaparecido y no llegó a extrañar tanto- como la de Samy han dejado a Babú sin las dos terceras partes de su cuota de ejercicio, y seguro que también de alegría, porque ahora se le nota fondón, pero también apagado. Si vas de excursión por Salientes y te encuentras a Babú -o él te encuentra a ti- no tardes en animarle a acompañarte, porque los dos saldréis ganando: tú, con horas de compañía noble y desinteresada, y él, recorriendo montes que ya conoce de memoria, pero que le da igual volver a explorar.


   ¡Ah!, por cierto, si encuentras a una chica con una carretilla cargando hojas, ramas o cualquier otro elemento arbustivo o arbóreo, esa es Carmen Madreña Roja, escritora con una extraordinaria sensibilidad y soberbios escritos, pero que a veces es más difícil de ver que el oso pardo, que al igual que él, está siempre por ahí cerca, porque anda preparando su siguiente exposición de Arte Vegetal, que unas veces es de puertas adentro y otras bajo la luz del sol o de las estrellas de Salientes.


Fotografías:
1. Babú, el perro con mirada humana
2. Un humano y un perro, los dos con el alma pura y noble
3 y 4. Babú, el amigo de los niños
5. Salientes, capital de montaña del Alto Sil, Babú y buena compañía